Fisioterapia en oncología: un método complementario para tratar el cáncer
Cuando un tratamiento oncológico termina, las personas empiezan un nuevo capítulo en sus vidas lleno de esperanza y felicidad. Sin embargo, muchos de estos tratamientos causan efectos adversos que pueden ser controlados con la fisioterapia en oncología.
Resulta conveniente introducir la fisioterapia como parte de un tratamiento integral del paciente oncológico, ya que da opción a una recuperación más rápida y puede mejorar la calidad de vida de aquellos pacientes que se encuentran en fases terminales de la enfermedad.
Una de las tantas ventajas de la fisioterapia en oncología es que puede aplicarse antes, durante y/o después de una cirugía, radioterapia, quimioterapia, inmunoterapia, terapia hormonal, trasplantes medulares, terapia genética o cualquier otro método para combatir el cáncer.
La fisioterapia oncológica en algunos tipos de cáncer
Cáncer de mama
En este tipo de cáncer es en el que más interviene la fisioterapia oncológica, pues varios estudios aseguran que es muy efectivo este tratamiento para prevenir posibles complicaciones o como tratamiento de cicatrices, fibrosis, linfedemas de extremidad superior, dolor, entre otros.
La técnica más utilizada en este caso es el drenaje linfático manual que estimula la evacuación de líquidos del sistema linfático, disminuyendo la inflamación y mejorando el estado de los tejidos.
Sistema nervioso
Es común, tras un tratamiento oncológico que el sistema nervioso sufra algunos efectos como pérdida de la movilidad, de algunas funciones o parálisis de distintos nervios. En este caso la fisioterapia antes, durante y después del tratamiento oncológico puede ayudar a recuperar la mayor movilidad y funcionalidad de las articulaciones y así ayudar a mejorar la calidad de vida del paciente.
Cáncer de pulmón
Para este caso el tratamiento que normalmente se implementa es la fisioterapia cardiorespiratoria cuyo objetivo es disminuir la disnea, el dolor, mejorar la calidad de vida del paciente y aumentar progresivamente la tolerancia al ejercicio.
Una fisioterapia de esta clase bien estructurada puede ayudar a mejorar la capacidad pulmonar, disminuir los efectos secundarios de la intervención, prever nuevas recidivas y disminuir tanto la morbilidad como la mortalidad.
La fisioterapia en oncología no se usa para tratar el cáncer en sí, puede ser una forma extremadamente efectiva de ayudar a los pacientes a mantener su calidad de vida.
Terápia psicooncológica: ayuda a mejorar la calidad de vida del paciente y de sus familiares.
¿Qué es la psicooncología?
La psicooncología constituye una rama especializada entre la medicina y la psicología que se ocupa de las relaciones entre el comportamiento, los estados de salud y enfermedad, la prevención y el tratamiento, el fomento de hábitos sanos y la interdisciplinariedad.
La psicología oncológica es una rama de la psicología encargada del estudio y la psicoterapia de los pacientes con cáncer, así como de sus familias, que les ofrece las herramientas necesarias para afrontar el diagnóstico y el tratamiento de cualquier tipo de cáncer.
Mediante la psicoterapia, el terapeuta orienta y da apoyo emocional al paciente en todas las etapas de la enfermedad, sobre todo para la adaptación a los trastornos psicológicos y físicos que comportan los tratamientos y operaciones quirúrgicas (como por ejemplo, la caída del cabello provocada por la quimioterapia, o la extirpación mamaria en el caso del cáncer de mama). Además, en el caso de que el tipo de cáncer o su detección tardía no permitan un diagnóstico ni un tratamiento esperanzador ni curativo del paciente, la psicología oncológica se ocupa del acompañamiento y orientación de los familiares durante todo el proceso de la enfermedad y del duelo, detectando el desarrollo de reacciones patológicas propias de este tipo de procesos.
Preparación para la psicooncología
La psicooncología no requiere ninguna preparación especial. Es habitual que las personas que padecen algún cáncer presenten alguna alteración psicológica susceptible a ser tratado mediante psicooncología. De hecho, se calcula que entre el 30 y el 50% de los pacientes sufren algún trastorno, entre los que destacan los de ansiedad, adaptación y depresión, que si no se tratan correctamente pueden causar otros problemas emocionales o físicos.
Cuidados tras la intervención
Después de superar un cáncer puede ser necesario seguir requiriendo ayuda psicológica, debido a las secuelas o efectos secundarios del tratamiento sometido, además de ayudar a recuperar la normalidad. En casos de recaídas o, en el peor de los casos, pérdidas, la psicooncología también puede ayudar al paciente y a los familiares en el duelo.